El impresionante crecimiento de la población y el alto impacto que este hecho tiene sobre el medio ambiente, aunado a un mal uso de los recursos existentes, ha llevado a las autoridades a tomar medidas para que los ciudadanos preserven y mejoren la eficiencia energética de sus inmuebles. En el grupo de expertos formados en esta área se encuentran los arquitectos técnicos profesionales en Madrid.
Estos peritos en el campo de la construcción gestionan las distintas actividades del sector. De este modo, se encargan de redactar los informes de patologías constructivas, manejar la dirección facultativa de una nueva obra, ejecutar un proyecto de edificación de cualquier magnitud, reformar o rehabilitar un inmueble residencial o comercial, etc.
Cuidando la eficiencia energética
Otra de las facultades de un arquitecto técnico es poder emitir la certificación de eficiencia energética de una vivienda, establecimiento comercial, oficina o comunidad de propietarios. Este procedimiento, sin el cual no es posible vender o alquilar, se hizo obligatorio para dueños y arrendadores desde junio de 2013.
Su propósito es conocer el consumo de las diversas fuentes de energía del inmueble y la cantidad de dióxido de carbono emitida a la atmósfera. Esto se traslada a un código de siete letras (A-G) que permite establecer comparaciones con otras propiedades de características semejantes. Las grandes ventajas de obtener esta certificación implican:
- Ahorrarse el pago de la sanción de ley (oscila entre 300 y 6000 €).
- Mientras más alta sea la calificación mejor será el beneficio que podrá recibir el dueño o el arrendador por la propiedad.
- El comprador o arrendatario participa de un negocio sabiendo de antemano el coste energético asociado. La diferencia de una calificación tipo “A” y una “D” puede ser de hasta un 25%.
El otro factor de interés se encuentra en que, cuando las pérdidas energéticas son importantes, el arquitecto técnico hace las recomendaciones respectivas para disminuirlas a valores aceptables. Por lo general, esto incluye:
- Mejorar el aislamiento de puertas, ventanas y paredes.
- Utilizar equipos electrodomésticos modernos de bajo consumo, como frigoríficos, lavadoras, secadoras y aquellos empleados para caldear y refrescar el ambiente.
- Sustituir las bombillas tradicionales por las ahorradoras (luces LED), etc.